
Pertenece a la tríada visceral (8, 9, 1).
Necesitan tener su entorno bajo control para evitar que les hagan daño y que se les vea vulnerables, por lo que tienden a alejar a las personas de su vida haciéndose l@s dur@s, frí@s y fuertes. Tienen el sentimiento de ira muy presente y, (al contrario que los E1, que si os acordáis lo reprimen), lo expresan, muchas veces sin tener en cuenta las consecuencias.
L@s niñ@s 8 suelen haberse criado en entornos desfavorables, en los que el maltrato y/o los abusos por parte de uno o ambos progenitores eran bastante frecuentes. De ahí esa herida que les hace pensar que el amor duele. También de ahí deriva la necesidad de defender a los más vulnerables y de controlar a los demás, porque no quieren que nadie se sienta tan desprotegid@ como se sintieron ell@s de pequeñ@s.
En estados insanos suelen tener mal genio, gritar mucho e incluso pueden llegar a ser violent@s.
En estados más sanos son líderes nat@s, generos@s y capaces de empatizar con los demás, porque sueltan la necesidad de control y aceptan su propia vulnerabilidad.

* * * * * * * * *
El eneagrama no es una herramienta de clasificación sin más.
Hay personas que se quedan en la superficie. Que descubren su eneatipo y se escudan tras él.
“Es que soy un 8. ¿Qué se le va a hacer?”
Al adentrarnos en el mundo del eneagrama, es importante saber que no se trata de quedarte con tu número y ya está.
Una vez reconoces tu eneatipo, te toca trabajar en ti. Te toca profundizar, identificar patrones, enfrentar miedos y sanar heridas.
También es importante saber que los eneatipos que se describen en Axolote Coaching, se encuentran siempre en estado medio.
Ni sano, ni insano, sino en ese estado de piloto automático en el que nos encontramos la mayor parte del día.
Además, insistimos en que se trata de una herramienta tremendamente flexible. No todos los 8 son iguales, cada uno ha tenido su historia con su propio bagaje, por lo que podrás sentirte más o menos identificad@.