
Pertenece a la tríada mental (5, 6 y 7).
Buscan protegerse del mundo exterior, al que generalmente perciben como entorno hostil, aislándose en su propia mente. Suelen ser personas tímidas, que pasan desapercibidas y con pocas habilidades sociales (a excepción del subtipo social, que las tiene más desarrolladas).
Tienen miedo a no servir, a ser incapaces o incompetentes, lo que les lleva a estudiar mucho y convertirse en verdader@s expert@s en uno o varios campos que les sean de su interés. Sin embargo, esta especialización tiene lugar desde el plano mental, ya que ese mismo miedo les hace ser personas a las que les cuesta pasar a la acción.
La herida emocional de la infancia suele tener origen en un ambiente asfixiante en el que el niño o la niña se sintió invadid@ por un padre o madre muy “intrusiv@s”. Esta herida les hace ser tremendamente sensibles y es común que se sientan abrumad@s por los estímulos externos que no aprendieron a manejar durante la infancia.

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El eneagrama no es una herramienta de clasificación sin más.
Hay personas que se quedan en la superficie. Que descubren su eneatipo y se escudan tras él.
“Es que soy un 5. ¿Qué se le va a hacer?”
Al adentrarnos en el mundo del eneagrama, es importante saber que no se trata de quedarte con tu número y ya está.
Una vez reconoces tu eneatipo, te toca trabajar en ti. Te toca profundizar, identificar patrones, enfrentar miedos y sanar heridas.
También es importante saber que los eneatipos que se describen en Axolote Coaching, se encuentran siempre en estado medio.
Ni sano, ni insano, sino en ese estado de piloto automático en el que nos encontramos la mayor parte del día.
Además, insistimos en que se trata de una herramienta tremendamente flexible. No todos los 5 son iguales, cada uno ha tenido su historia con su propio bagaje, por lo que podrás sentirte más o menos identificad@.