
Pertenece a la tríada emocional (2, 3 y 4).
Buscan la atención porque se sienten acomplejad@s, inferiores, incomprendid@s, poco apreciad@s. Son emocionalmente complejos.
Reprimen la expresión de los sentimientos de tristeza, melancolía, nostalgia y envidia, frecuentemente presentes en ell@s. La herida emocional que se les generó en la infancia suele tener origen en una sensación de abandono, generalmente, por parte de la madre. L@s niñ@s 4 tuvieron una relación formal y superficial con sus madres y crecieron potenciando los atributos que les hacía ser especiales porque era la única manera de conseguir la atención y el afecto que tanto ansían.
Además, suelen ser personas muy creativas, empáticas, con altibajos emocionales, artísticas, individualistas e introspectivas.

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El eneagrama no es una herramienta de clasificación sin más.
Hay personas que se quedan en la superficie. Que descubren su eneatipo y se escudan tras él.
“Es que soy un 4. ¿Qué se le va a hacer?”
Al adentrarnos en el mundo del eneagrama, es importante saber que no se trata de quedarte con tu número y ya está.
Una vez reconoces tu eneatipo, te toca trabajar en ti. Te toca profundizar, identificar patrones, enfrentar miedos y sanar heridas.
También es importante saber que los eneatipos que se describen en Axolote Coaching, se encuentran siempre en estado medio.
Ni sano, ni insano, sino en ese estado de piloto automático en el que nos encontramos la mayor parte del día.
Además, insistimos en que se trata de una herramienta tremendamente flexible. No todos los 4 son iguales, cada uno ha tenido su historia con su propio bagaje, por lo que podrás sentirte más o menos identificad@.